Cuatro documentos esenciales para la planificación patrimonial

La planificación patrimonial es un paso importante para garantizar que se cumplan sus deseos y que sus seres queridos puedan gestionar el proceso sin problemas. Muchas personas creen que la planificación patrimonial consiste únicamente en redactar un testamento o un fideicomiso, pero hay mucho más que considerar. Para garantizar que todos sus bienes se transfieran sin problemas a sus herederos después de su fallecimiento, su plan patrimonial debe incluir cuatro documentos esenciales: un testamento, un poder notarial permanente, instrucciones médicas anticipadas y un fideicomiso. Un testamento es un documento legal que describe cómo desea que se distribuyan sus bienes después de su fallecimiento.

También nombra a un albacea que será responsable de llevar a cabo las instrucciones del testamento. Un poder notarial permanente (POA, por sus siglas en inglés) es un documento que asigna a alguien para que actúe en su nombre cuando usted no puede hacerlo por sí mismo. Sin un POA, es posible que un tribunal tenga que decidir qué pasa con sus bienes si se determina que usted es mentalmente incompetente, y es posible que la decisión del tribunal no sea la que usted deseaba. También es importante mantener un beneficiario y un beneficiario contingente en cuentas como las de los planes de seguro.

Los beneficiarios designados deben ser mayores de 21 años y ser mentalmente competentes. Si no lo son, un tribunal puede terminar involucrándose en el asunto. Una carta de intenciones es un documento que se deja a su albacea o beneficiario en el que se define lo que quiere hacer con un activo en particular después de su muerte o discapacidad. También puede proporcionar detalles del funeral u otras solicitudes especiales.

Un poder notarial para el cuidado de la salud (HCPA, por sus siglas en inglés) designa a otra persona (por lo general, un cónyuge o un familiar) para que tome decisiones importantes de atención médica en su nombre en caso de discapacidad. Por último, un fideicomiso en activo es una herramienta de planificación patrimonial que se utiliza para administrar los activos durante la vida y después de la muerte. Le permite transferir activos sin pasar por un tribunal de sucesiones. Cuando se trata de la planificación patrimonial, probablemente lo primero que se le ocurra sea tener una última voluntad y un testamento.

Sin embargo, es importante recordar que hay otros documentos que deben incluirse en un plan sucesorio. Un plan patrimonial integral debe incluir estos cuatro documentos esenciales: un testamento, un poder notarial financiero, una directiva de cuidado anticipado y un fideicomiso en activo. Pensar en su muerte puede sonar macabro, pero si aborda la planificación patrimonial como un plan financiero y nada más, puede ayudar a que todo el proceso se sienta menos incómodo.

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